Seguro que te ha pasado alguna vez.
Tienes tu consulta de psicología. La física. La de toda la vida. En la que puedes recibir a las personas y hablar cara a cara.
Más tarde, decides dar el salto online para dar ese giro que crees que necesita tu negocio. Y entonces…
Llegas a la conclusión de que tienes que crear una página web.
Se va a convertir en una parte importante de tu proyecto. Sobre todo, si, con los tiempos que corren, decides priorizar lo digital sobre lo presencial.
¿Qué puedes hacer?
Aquí lo tienes claro y cristalino: vas a trabajar para que tu página web sea la mejor del sector. No quieres malgastar tiempo ni dinero en esta nueva etapa profesional. Vas a lo seguro y no vas a asumir ni un solo riesgo para tu inversión.
Consultas tutoriales, acudes a algún conocido con destreza en diseño web o directamente inviertes en profesionales o empresas para que te confeccionen una web con la que vas a poder vender tus servicios de psicología. Y eso está muy bien. Porque si vas a ofrecer servicios profesionales a través de tu página web, lo mejor es que esta también sea profesional. ¿O no?
Índice de la publicación
¿Hago yo mi web o pago para que me la hagan?
Esa pregunta debe ser respondida por la misma persona que la formula.
Puedes optar por hacerla tú y construir una web buena, bonita y barata y ahorrarte unos euros. Si te gusta el resultado final y esto se traduce en una conversión en forma de clientes. ¿Por qué no lo vas a hacer?
El consejo está claro: si puedes, hazlo. Nunca está de más pedir segundas, terceras e incluso cuartas opiniones. Si estas te refuerzan, no lo dudes: crea tu propia web.
Del mismo modo, si no te ves capaz de hacer una web, o el tiempo te apremia para lanzar tu proyecto, no te apures. Recurre a profesionales que te ayuden a poner en marcha tu aventura digital.
O tienes tiempo o tienes dinero.
Como mínimo, una de las dos cosas.
Si es la primera, empápate de los conocimientos necesarios para ello. Internet está lleno de vídeos, libros, tutoriales y consejos para convertirte en una persona autodidacta.
Si es la segunda, ya sabes: contacta a profesionales del diseño web que sean de tu agrado. Si no tienes la suerte de conocer a nadie, toca buscar. En la red tienes millones de opciones para investigar.
¿Escribo yo los textos de mi web?
El apartado anterior se puede replicar casi punto por punto en este. Es un error común pensar que has terminado de hacer tu web solo porque esta ya tiene la estética que siempre soñaste o porque contiene tu nuevo y flamante logo en todo lo alto.
Creo que se entiende bien si lo resumimos de la siguiente manera: tienes la forma, pero no el contenido. Y si tienes una cosa, pero te falta la otra, hay algo que cojea ahí. ¿No te parece?
Si piensas que los espacios de texto de tu web se pueden rellenar poniendo lo primero que se te ocurra, te equivocas.
Si crees que se trata simplemente de dar detalles sobre tu negocio o a decir quién eres y cómo te pueden contactar, también te dejas muchas cosas en el tintero.
Al fin de cuentas, se trata de decidir si lo que quieres es hacer una inversión económica o formativa. La cuestión es: ¿Qué quieres que sea tu página web para tu negocio?
Aquí existen varias opciones:
1. Quiero que sea el eje de mi negocio online
Tienes que vender sí o sí a través de tu web. Por tanto, para diferenciarte, tienes que poner todo lo que esté en tu mano. Algunos de estos elementos son: una página principal (home) que transmita tu personalidad; textos atractivos que te presenten a ti y a tus servicios; un sobre mí con el que tus posibles clientes empaticen o una página de contacto sencilla e intuitiva.
Y todo ello, con las palabras bien elegidas y medidas para que tu target se identifique con tu discurso mientras navega.
2. Quiero que sea un complemento para mi negocio offline
Lo primero que tienes que hacer es dejar bien claros los límites que vas a marcar. Saber cuando quieres que termine lo offline y comience lo digital es fundamental para organizarte si quieres repartir el peso de tu negocio entre estos dos pilares.
Si vas a mantener la presencialidad en tus servicios, una página web siempre te va a venir genial para anunciarte, presentarte y concertar citas. Por otro lado, también se puede convertir en un excelente punto de encuentro para recopilar las opiniones de los clientes que ya han pasado por tu consulta.
3. Quiero una web informativa
Hay profesionales que aún no se han adentrado en universo digital. Bien porque les resulte algo desconocido y confíen más en métodos tradicionales o porque su negocio offline les resulta rentable, todavía existe un nutrido grupo de negocios que aún no se han virtualizado.
Normalmente, el primer paso es hacer una web en la que viene su nombre, su dirección y teléfono y en algunos casos explican brevemente sus especializaciones. En ella, los clientes, que no pueden concretar su cita a través de dicha página, tienen que recurrir al teléfono o al email para concertar su visita al profesional.
Aunque realmente se puedan hacer una lista mucho más larga, lo cierto es que estas tres opciones son las más extendidas dentro de la relación que tienen los profesionales de la psicología con Internet. En todas ellas, las posibles personas interesadas tienen que evaluar si terminan contratando o no sus servicios.
Los buenos textos te hacen ganar dinero
Iba a escribirte esto como una posibilidad, pero ciertamente es una realidad. Hay que empezar por los detalles que son tan pequeños como indispensables: cuidar la ortografía, la puntuación y las expresiones correctas para causar una buena impresión.
¿Qué harías tú si quisieras contratar a un fontanero y vieras que en un anuncio en el que habla de sus servicios escribe cosas como «tuverías«? Pues eso, que tú verías bien claro que hay que descartar esa opción.
Y si unos malos textos te pueden hacer que un cliente elija a la competencia, por supuesto, unos textos que creen conexión te ayudarán -y mucho-.
Saber vender tus servicios mediante textos persuasivos, puede hacer -y de hecho hará- que muchos clientes potenciales se decidan por ti en vez de por otros profesionales. En igualdad de condiciones, cuidar estos pequeños detalles, marcará la diferencia a tu favor.
Ahora tienes que tomar la decisión de la misma manera que te indicaba más arriba: si te ves capaz de escribir los textos de tu web, hazlo. Si no es así, puedes recurrir a copywriters que hagan volar alto tu web, o bien comenzar a formarte como copywriter.
¿Qué es un copywriter?
Los copywriters son, precisamente, esos profesionales que se encargan de escribir textos enfocados a las ventas. Pueden redactar desde las distintas secciones de una web (home, sobre mí, contacto, servicios), landings de venta, emails, post en redes sociales, entre un larguísimo etcétera.
Si logras que cada palabra que forme parte de tu web te ayude a vender, habrás conseguido que el copywriting sea una herramienta muy útil para ti.
De lo contrario, si tus textos carecen de esa carga persuasiva que los ‘copys’ pueden aportarle para ayudarte a vender, será un valioso elemento que perderás en lucha por diferenciarte.
En definitiva, tú decides si quieres tener una formación básica en copywriting que te permita escribir esos textos optimizados, o por el contrario, si decides contar con un profesional que le dé a tu web el impulso que necesita para vender.
Y a ti, ¿qué opinión te merece esta publicación? ¿Vas a invertir en tiempo para formarte o prefieres dejarlo en manos de profesionales del sector?
Si este artículo te ha ayudado, ¡agradeceré enormemente la difusión!